Azul es la historia de unos gemelos adolescentes, hombre y mujer, músicos virtuosos; ella toca el violón y él toca el violonchelo. En una sala de conciertos, ella toca el violín de manera perfecta, armónica, es una pieza desconocida, barroca, pura, blanca y bella. De su violín se desprenden destellos de luz. En este mundo todo es blanco, el escenario, el público, todos los integrantes de la orquesta. Ella termina su interpretación, el público aplaude. Ahora es el turno del chico, comienza a tocar su violonchelo, escuchamos un ripio con una ejecución precisa, adecuada, técnicamente correcta, pero se escucha distorsionado, decidió experimentar con un sonido diferente, poco convencional. Su pelo se tiñe de azul al igual que los destellos que salen de su instrumento. El público no entiende, lo abuchean, él deja de tocar y se encorva. La chica al ver la reacción, decide tocar las mismas notas que su hermano, después de unos compases, el chico se reincorpora y unos compases más tarde, toda la orquesta también. El sonido del violonchelo distorsionado sobresale pero a la vez se integra, en este momento, ya no vemos tonalidades azules o blancas, ahora todo el escenario es de colores.